Conectar lo no conectado: apoyo a las redes comunitarias y otras iniciativas de conectividad con base en la comunidad

      La iniciativa

      “Conectar lo no conectado: apoyo a las redes comunitarias y otras iniciativas de conectividad con base en la comunidad” es un proyecto implementado por APC en sociedad con Rhizomatica que busca apoyar en forma directa el desarrollo de redes comunitarias, con fondos de la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Sida, por su sigla en inglés).

      Este proyecto se construye sobre la base del trabajo local actual relativo al acceso, realizado por APC con el apoyo de Sida, y del conocimiento obtenido a partir del proyecto de investigación en redes de acceso local implementado por APC y Rhizomatica, con apoyo del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC, por su sigla en inglés) durante el período agosto 2017-enero 2019.

      El propósito último de este proyecto en dos etapas consiste en contribuir a un ecosistema propicio para el surgimiento y crecimiento de redes comunitarias y otras iniciativas de conectividad con base en la comunidad en países en desarrollo. Forma parte de una estrategia multianual y que comprende múltiples donantes imaginada para responder a los desafíos de capacitación y sustentabilidad y a los obstáculos políticos y regulatorios que limitan el crecimiento de iniciativas de conectividad con base en la comunidad.

      Fase 1 (2018-2019)

      A pesar de la rápida expansión de la telefonía móvil, continúa creciendo la brecha de conectividad entre los países ricos y los países pobres, entre las áreas urbanas y las rurales y entre comunidades afluentes y comunidades de bajos ingresos. Las operadoras comerciales nacionales continúan reforzando inversiones en las áreas urbanas y en los países ricos, mientras que es poco probable que las áreas rurales, los países más pobres y las regiones marginales dentro de mercados emergentes y maduros se beneficien con inversiones similares.

      Por lo tanto, hay cada vez más interesados/as en la búsqueda de soluciones alternativas para el suministro de infraestructuras de comunicación. Entre ellas, existen iniciativas comunitarias de conectividad gestionadas a nivel local que constituyen respuestas apropiadas y autónomas al desafío que presenta la actual exclusión digital. Gracias al uso de equipos de red de bajo costo – en los países donde esto es posible -, un pequeño número de comunidades (que va en aumento) y operadores de pequeña escala ofrecen servicios de comunicación de voz y datos a precios asequibles para las personas que viven en zonas rurales.

      Los principales objetivos de esta primera etapa del proyecto fueron:

      1. Fortalecer el movimiento de redes comunitarias mediante la entrega de subsidios y el aprendizaje y la capacitación entre pares.

      2. Propiciar el establecimiento de nuevas redes comunitarias por medio de la concientización y la construcción de movimiento.

      3. Apoyar el uso innovador de la tecnología y abordajes que permitan la escalabilidad y la sustentabilidad de las redes comunitarias.

      4. Contribuir a que existan políticas y entornos regulatorios propicios para el acceso local en los niveles nacional, regional y global.

      5. Integrar el análisis de género en todos los aspectos de la implementación del proyecto y apoyar la participación de mujeres en las iniciativas de conectividad con base en la comunidad (objetivo transversal).

      Los objetivos fueron alcanzados a través del aprendizaje e intercambio entre pares, campañas de sensibilización y capacitaciones a fin de poder crear redes ampliables, innovadoras y sustentables, mientras que, a la vez, se contribuyó a desarrollar un ambiente político y regulatorio habilitante.

      El proyecto 2019 se centró en 12 redes comunitarias locales de África, Asia y América Latina (cuatro por región) a fin de reforzar su impacto, alcance y sustentabilidad. Los viajes de intercambio permitieron que, sobre todo los socios de las redes comunitarias rurales pudieran encontrarse y visitarse por primera vez, favoreciendo así el aprendizaje unos de otros, la confianza y el apoyo. Por ejemplo, hubo colaboraciones entre pares tales como la solución de problemas solares y el aprendizaje del modelo cooperativo en una visita. Este grupo inicial de redes comunitarias fue el núcleo de una comunidad de pares que sirvió para conectar y ampliar la comprensión y el apoyo a proyectos de conectividad comunitaria tanto a nivel nacional, como regional e internacional.

      Se creó un sólido cuerpo de conocimiento y aprendizaje sobre los factores que inhiben o fomentan la existencia, el desarrollo y despliegue de redes comunitarias en un amplio abanico de contextos diferentes. Junto con esta actividad de la primera fase, se generó un fuerte compromiso con organismos reguladores de África y América Latina que posibilitó la creación de una narrativa convincente sobre la necesidad de contar con un marco regulatorio más habilitante. La participación de APC implicó su presencia en más de 20 foros regionales y globales, y la organización de cuatro talleres de capacitación para más de 100 reguladores y funcionarios de gobierno del sector de las telecomunicaciones.

      APC contribuyó con presentaciones públicas sobre políticas y procesos regulatorios relativos al acceso, tanto a nivel nacional como regional, para fomentar la comprensión y adopción de una perspectiva de acceso basada en la gente. Además de los eventos sobre políticas, se realizaron campañas de sensibilización para alianzas de redes comunitarias regionales y globales (incluyendo miembros y socios de APC) y más de 200 practicantes y militantes activos/as del sector a través de por lo menos 15 oportunidades de colaboración y trabajo en red, lo que incluyó tres cumbres regionales sobre redes comunitarias y 12 eventos nacionales multisectoriales.

      La publicación mensual del boletín de redes comunitarias y acceso local se convirtió en una referencia clave para los actores interesados y que trabajan en el sector.

      Gracias al apoyo directo y otras actividades, en 2019 se realizaron 11 intervenciones de carácter catalizador para el desarrollo de mecanismos de adaptación e innovación destinados a la creación de redes comunitarias sustentables.

      A nivel técnico, las intervenciones realizadas desde el proyecto contribuyeron para la mejora de cinco áreas específicas: diseño de equipos de fuente abierta para redes comunitarias; exploración de fuentes de equipos para la cuarta generación – comunicación inalámbrica Long Term Evolution (4G-LTE); análisis de contenidos locales y servicios fuera de línea; comunicación en zonas muy remotas - por ejemplo, uso de radio de alta frecuencia en la Amazonia brasileña-; y uso de energías alternativas y protección del suministro de energía.

      Se realizaron viajes de estudio; debates sobre los Principios feministas para internet en relación al acceso, la promoción y el apoyo a la participación de las mujeres; un número especial del boletín de GenderIT.org, e instancias de capacitación que ayudaron a dar los primeros pasos para incorporar el análisis de género en la implementación del proyecto y en el surgimiento de una red de apoyo a las mujeres que trabajan en dicho sector.

      Se adoptaron marcos de trabajo basados en los derechos humanos y la igualdad de género, con el énfasis puesto sobre todo en las iniciativas a cargo de mujeres y la incorporación de una perspectiva de género en todos los niveles de la concepción, planificación e implementación de proyectos. Además, se utilizó un enfoque ecosistémico que integra la participación y apropiación del proyecto por parte de las participantes con el fin de garantizar la sustentabilidad del proyecto más allá de la duración de su vida útil.

      Fase 2 (2020-2023)

      Desde esta base, la segunda etapa del proyecto – en consonancia con el plan estratégico de cuatro años de APC, para el período comprendido entre enero 2020 y diciembre 2023 – se propone seguir promoviendo la capacitación de personas y la sustentabilidad, además de superar los obstáculos políticos y regulatorios que impiden el crecimiento de las inicitivas comunitarias de conectividad.

      El principal objetivo del proyecto será lograr que las personas excluidas, discriminadas y afectadas por la inequidad puedan utilizar y adaptar internet y las tecnologías digitales para cubrir sus necesidades específicas. El resultado esperado incluye los siguientes objetivos de impacto:

      1. Interconexión y movilización de diversas comunidades y movimientos gracias al intercambio de conocimientos, plataformas compartidas y una acción colectiva.

      2. Desarrollo, intercambio y uso de tecnologías y plataformas digitales libres, abiertas y sustentables para contrarrestar la exclusión digital.

      3. Reconocimiento, promoción y adopción de modelos económicos justos y equitativos con el objetivo de lograr la inclusión digital, y también en tanto que soluciones viables para alcanzar el acceso y servicios universales y asequibles.

      4. Aumenta la capacidad y los recursos de los individuos y grupos (sobre todo las mujeres) que abogan por la inclusión digital para crear y responder a la demanda de modelos alternativos.

      Los objetivos del proyecto se alcanzarán mediante actividades que sirvan de apoyo al fortalecimiento institucional, el aprendizaje e intercambio entre pares, campañas de sensibilización y actividades de capacitación, apoyo a la innovación y la sustentabilidad mediante el despliegue de redes catalizadoras, contribución al desarrollo de un ambiente político y regulatorio habilitante, y apoyo para la adopción de prácticas sensibles a las cuestiones de género, así como para fomentar una mayor participación de las mujeres en diseño, gestión, operación y uso de la red.

      La segunda fase del proyecto se mantendrá en marcha dentro de un marco de derechos humanos. Además, seguiremos haciendo especial énfasis en las iniciativas lideradas por mujeres y en la incorporación de una perspectiva de género en todos los niveles, desde la concepción de un proyecto, hasta la planificación e implementación. Seguiremos fomentando la creación de alianzas tales como la relación existente con la Internet Society, que existe desde el principio de este proyecto.

      La colaboración durante la primera fase incluyó el trabajo sinérgico para las cumbres comunitarias regionales de 2019, la organización compartida de eventos de promoción de un ambiente que promueva los modelos complementarios de acceso, y publicaciones notables sobre espectro y políticas. También seguiremos promoviendo la creación de alianzas, como las que ya existen con DFID, UNHCR y la Fundación 48percent.org.

      Por último, se ha adoptado un enfoque ecosistémico que propone una participación y apropiación holísticas de los/as integrantes del proyecto a fin de garantizar sustentabilidad más allá del tiempo de vida del mismo.

       

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