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Durante la pandemia el gobierno chileno ha implementado sistemas como CoronApp y la Comisaría virtual para gestionar la información. Un año más tarde, aún quedan dudas sobre el uso de datos personales, el acceso a la información pública y la transparencia.
Sobre el debate relativo al proyecto de ley de protección de datos personales de Ecuador, desde las organizaciones Asociación para el Progreso de las Comunicaciones, Access Now y Derechos Digitales compartimos los aportes realizados con anterioridad en esta materia.
En mayo de 2020, un perfil en Twitter denominado Sleeping Giants (“Gigantes Durmientes”) surgió como nuevo personaje del realismo fantástico brasileño y dio un duro golpe en contra de la industria de la desinformación.
Cuando navegamos por internet, nos convertimos en materia prima de minería de datos para la gran maquinaria comercial de las grandes corporaciones, como también para la maquinaria represiva de los estados. A la vez trabajamos, producimos y nos explotan con el fin de conseguir toda esa materia prima que sin querer o sin saber les brindamos diariamente.
Una ley de datos personales elevaría los estándares de las empresas proveedoras de internet en todo el país.
Aunque existan iniciativas gubernamentales para responder al aumento de la violencia contra las mujeres, es muy pobre el balance sobre su efectividad e impacto. Los datos nos permiten visibilizar un problema al cuantificarlo. Por eso es necesario preguntarse quién, cómo y dónde se colectan esos datos, y para qué exactamente.
Este documento presenta un conjunto de reflexiones desarrolladas por APC, Derechos Digitales y Access Now, como organizaciones especializadas en el ámbito de los derechos humanos en el entorno digital, orientadas a alimentar el debate en torno a la normativa de protección de datos personales en Ecuador.
El proyecto "Quién defiende tus datos" está inspirado en “Who has your back” de EFF, aunque la metodología difiere de la aplicada en EEUU, ya que la realidad legal de Paraguay es bien diferente a la estadounidense.
Estos tiempos de pandemia nos han traído un nuevo fenómeno: la producción de datos masivos por mano propia. Y con ella la división entre quienes crean y manejan la información y quienes aportan sus datos y sufren las consecuencias.
El consentimiento para el uso de nuestros datos personales en internet, incluyendo nuestra imagen personal, no debería ser ese pacto faustiano al que nos sometemos cada día. Los términos y condiciones que nos exigen las corporaciones de internet para el uso de sus productos y servicios no están por encima de los derechos fundamentales de las personas.
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Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC) 2022
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